5 reflexiones de lderes Santos de los ltimos Das sobre el significado de la gratitud

Ciertavez, para una fiesta del Da de Accin de Gracias a mediados de la dcada de1990, el presidente Russell M. Nelson y su esposa recibieron a 63 personas ensu hogar. Al hablar en un devocional de BYU en 1995, el entonces lder Nelson, del Curum de los Doce Apstoles, cont como su esposa, la hermana

Ciertavez, para una fiesta del Día de Acción de Gracias a mediados de la década de1990, el presidente Russell M. Nelson y su esposa recibieron a 63 personas ensu hogar.

Al hablar en un devocional de BYU en 1995, el entonces élder Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, contó como su esposa, la hermana Dantzel Nelson, repartió un trozo de papel a cada persona con el título: “Este año, estoy agradecido por…” y a cada uno se le indicó que debía completar el pensamiento con palabras o con un dibujo.

Amedida que recolectaban y leían cada papel, el presidente Nelson dijo queobservó un patrón.

“Generalmente,los niños estaban agradecidos por el alimento, la vestimenta, el refugio, lafamilia (y, ocasionalmente, las mascotas). Sus dibujos eran preciosos, aunqueprobablemente no fueran para exhibir en una galería de arte”, dijo elpresidente Nelson. “Nuestros jóvenes ampliaron sus expresiones para incluir lagratitud por su país, su libertad y su Iglesia. Los adultos agradecieron lamayoría de estas cosas, pero también mencionaron el templo, su amor por elSeñor y su aprecio por Su Expiación. Sus esperanzas se combinaban con lagratitud.” 

“Contarlas bendiciones”, concluyó él, “es mejor que contar problemas.”

Al brindar un discurso en una conferencia general, en abril de 2012, el presidente Nelson compartió sus ideas sobre el asunto de la gratitud.

“¡Cuánto mejor sería si todos pudiéramos ser más conscientes de la providencia y del amor de Dios y expresáramos esa gratitud hacia Él!”, dijo el presidente Nelson. “Ammón enseñó: ‘Demos gracias a (Dios), porque él obra rectitud para siempre’ (Alma 26:8). Nuestro nivel de gratitud es una medida de nuestro amor por Él.”

Amedida que nuestras mentes se preparan para contar bendiciones durante estatemporada de Acción de Gracias, aquí hay algunas reflexiones adicionales delíderes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sobre elsignificado de la gratitud y el agradecimiento.

¿Qué es la gratitud?

Ensu libro, “Standing for Something: 10 Neglected Virtues That Will Heal OurHearts and Homes (En defensa de algo: 10 virtudes descuidadas que sanaránnuestros corazones y hogares)”, el presidente Gordon B. Hinckley dedicó uncapítulo entero al tema de la gratitud. Los siguientes son cuatro extractos deese libro:

“Lagratitud es una señal de madurez. Es un indicador de humildad sincera. Es unsello distintivo de civilidad. Y, sobre todo, es un principio divino. Dudo queexista algo en lo que ofendamos más al Todopoderoso que en nuestra tendencia aolvidar sus misericordias y ser desagradecidos por lo que nos ha dado.

“Lagratitud es el comienzo de la civilidad, la decencia y la bondad, delreconocimiento de que no podemos permitirnos ser arrogantes. Deberíamos andarcon el conocimiento de que necesitaremos ayuda en cada paso del camino.

“Cuandoandamos con gratitud, no andamos con arrogancia, vanidad ni egoísmo, sino conun espíritu de acción de gracias que nos convierte a nosotros y bendeciránuestras vidas. Todos deberíamos ser agradecidos para con el Todopoderoso porSus maravillosas bendiciones que derrama sobre nosotros. Tenemos todo lo queesta maravillosa era tiene para ofrecer en el mundo. ¿Cuán afortunados podemosser, en verdad? Debemos ser agradecidos, tener gratitud, caminar con aprecio y respetopor las bendiciones de la vida y la felicidad de las que disfrutamos.

“Lagratitud es la esencia misma de la adoración — dar gracias al Dios del Cielo,quien nos ha dado todo lo bueno que tenemos.”

La gratitud en las escrituras

En su discurso de octubre de 2010, “El divino don de la gratitud”, el presidente Thomas S. Monson recurrió a las escrituras para enseñar principios sobre la gratitud.

Cuando Jesús sanó a los 10 leprosos, pero solo uno volvió a darle las gracias (Lucas 17:11-19).

Cuando Jesús se valió de siete panes y unos pocos pececillos para alimentar a más de 4000 personas (Mateo 15:32-38).

Doctrina y Convenios 59: 7, 21 y Alma 34:38 les recuerdan a los santos de los últimos días que deben dar gracias al Señor “en todas las cosas” y “vivir cada día en acción de gracias.”

“Pesea nuestras circunstancias”, dijo el presidente Monson, “cada uno de nosotrostiene mucho por lo que debe estar agradecido si tan sólo nos detenemos ycontemplamos nuestras bendiciones.”

Elpresidente Monson continuó: “Podemos elevarnos a nosotros mismos y a los demástambién si nos negamos a permanecer en la esfera del pensamiento negativo ycultivamos en nuestro corazón una actitud de gratitud. Si se cuenta laingratitud entre los pecados más graves, entonces la gratitud toma su lugarentre las virtudes más nobles.”

Luego,concluyó con esta reflexión:

“Mishermanos y hermanas, el expresar gratitud es cortés y honorable; el actuar congratitud es generoso y noble; pero el vivir siempre con gratitud en el corazónes tocar el cielo”, dijo él.

Lagratitud sincera

En su discurso de octubre de 2008, “Ora siempre”, el élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que la oración se vuelve más ferviente cuando expresamos “gratitud sincera.”

Elélder Bednar contó una experiencia en la que él y su esposa se arrodillaron enoración con un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles. Un amigo de la familiahabía fallecido ese día y aunque los Bednar querían orar por la esposa y lafamilia que el hermano había dejado atrás, el líder de la Iglesia les habíasugerido que solo expresaran “agradecimiento por las bendiciones recibidas y nopidieran nada.”

Lahermana Susan Bednar siguió este consejo y agradeció al Señor “por lasexperiencias valiosas e inolvidables que habían pasado con este querido amigo”,y expresó sincera gratitud por el Espíritu Santo como consolador y el plan desalvación.

LosBednar aprendieron una lección valiosa de esa experiencia, sobre “el poder delagradecimiento en la oración ferviente”, dijo el élder Bednar.

“Aprendimosque nuestra gratitud por el plan de felicidad y por la misión salvadora delSeñor proporcionó el consuelo necesario y fortaleció nuestra confianza de quetodo saldría bien con nuestros queridos amigos. También recibimos perspectivaen cuanto a las cosas por las que debíamos orar y pedir apropiadamente con fe”,dijo el élder Bednar. “Las oraciones más fervientes y espirituales que heexperimentado contenían muchas expresiones de agradecimiento y pocas peticioneso ninguna.”

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